No,
no lo puedo entender, pero chaval ¿tú te has visto?....... hombros redondeados,
pecho marcado, mazas por brazos y seguramente tendrás el abdomen recortado,
pero ¿y las piernas?, ¿dónde están las piernas?....... Eso pensé la madrugada
del lunes pasado al ver en el aeropuerto este perfil de persona que se suele
ver mucho por los gimnasios.
Está
claro que entrenar las piernas se puede hacer muy duro, son un grupo muscular
grande, que se llevan mucha sangre a la hora de entrenar, que nos da malestar
al hacerlo, fatiga, cansancio, dolor…… pero no podemos dejarlas a un lado, no
podemos tenerlas como si pareciera que lleváramos 5 años sentados en una silla
de ruedas. Veo todos los días gente entrenando pecho, brazos, que si ahora hacemos
más abdominales que llega el veranito…… pero cuando hablamos de las piernas ya
se reduce el número de personas, y si nos paramos a contar quien las entrena de
una forma dura lo podemos hacer con los dedos de las manos.
Quien
conoce mi forma de entrenar, sabe que le doy gran importancia a este grupo, que
lo hago con intensidad, que me gusta ir aumentando los pesos, pero siempre
respetando la técnica, que soy de los que me meto en la jaula y cargo la barra para hacer las sentadillas
con una sonrisa en la cara, y esa sonrisa se va desvaneciendo serie a serie,
que llego a ponerme blanco, que me falta la respiración en incluso en ocasiones
he llegado a vomitar, y todo por conseguir unos buenos resultados que se vean
luego reflejados en la tarima.
Vale, no os digo que tengáis que llegar a esos extremos, no hace falta que carguéis kilos como si os llevara la vida en ello, pero sí que entrenéis la pierna con intensidad, desde varios ángulos, con repeticiones completas y parciales, que os vayáis a casa con la sensación de que habéis hecho un buen entreno y no un paseo.
No
queda nada estético ver tanta descompensación entre la parte superior y el tren
inferior del cuerpo. Está claro que cada persona tiene una determinada
genética, que las piernas serán más o menos grandes, más o menos recortadas,
pero al menos que se noten trabajadas, que no tengáis piernas de pollo como
suele decir una persona que conozco.
Así
que la próxima vez que vayáis al gimnasio, mirad alrededor y paraos a observar
que máquinas quedan libres, no me equivoco ¿verdad?, es vuestra oportunidad de
empezar hacer las cosas bien si no lo habéis hecho hasta ahora, y recordad que todos los edificios se empiezan por los
cimientos.
Un saludo.
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