La genética, la actividad que realizamos, la alimentación y otros factores menos importantes determinan nuestra forma corporal.
Teniendo en cuenta nuestra estructura ósea, la complexión muscular y la acumulación de grasa se nos clasifca en: endomorfos, mesomorfos y ectomorfos.
Endomorfos
Su característica principal es la tendencia natural a acumular grasas en el abdomen en los hombres y en las caderas y piernas en las mujeres. Se les adjudica la posibilidad de ganar mucha masa muscular y se les consideran con un carácter tranquilo y bonachón. Se pueden encontrar endomorficos puros en personas con obesidad mórbida. Los endomorfos poseen una predisposición a almacenar grasas.
Mesomorfos
Se caracterizan principalmente por su complexión robusta, de media o baja talla, cortas extremidades y fuertes y robustos huesos. Suelen tener un gran tórax y más hombros que caderas. Los mesomorfos poseen una predisposición a desarrollar músculos pero no a almacenar tejido graso.
Ectomorfo
La versión pura de un ectomorfico sería una persona delgada, larga y frágil. Superan la talla media, de extremidades desproporcionalmente largas y con poca masa muscular. Un buen componente de ectomorfo se necesita para la mayoría de los deportes, sobre todo en el que el peso o la talla son importantes. Los ectomorfos no poseen predisposición a desarrollar los músculos ni a almacenar grasa.
Es importante señalar que todos tenemos algo de cada característica, se suele clasificar con un rango de 1 a 7 cada una de ellas, por ejemplo un obeso podría ser 6/2/1 (endomorfo/mesomorfo/ectomorfo).
Un saludo.
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